CALAMARO ESTA VIVO, ELVIS TAMBIEN...

No espero ser objetivo en esta declaración. Sabrán dispensarme, me rindo ante este fanatismo mío y de otros pocos (que ahora se no son tan pocos).

... y que noticia le puedo dar ahora al mundo, si lo que ayer presencié está mas cercano a lo interplatanario que a lo terrenal... y me pasa como a todos los mortales, sucumbí en el momento mismo del encuentro con un ser de otro planeta. Me desplomé. Mamita lo que me costó poner las piernas derechas para aguantar el impacto, me quedé duro, me aplastó ver al gigante...

El Salmón melancólico y bohemio de antaño vino puesto el traje por estrenar de show-man, 4 guitarras de escudo le sirvieron para romper facilmente el iceberg quiteño. Parte de mi, no cambió y a la vez, ya no soy el viejo Andrés, que no dormía jamás, que subidón , que momento ideal, encontré la mitad del amor.

Sujetarse el cinturón de seguridad. Arrancamos.

Quiero arreglar todo lo que hice mal, todo lo que escondí hasta de mí...

El que golpea primero golpea dos veces. Patada voladora en la cresta. Gracias a todos los Santos, me sostuve fuerte de la botella de Jack Daniels y me mantuve en pie. Inevitable desde ese momento acudir al rescate del bourbon en instancias de resquebrajamiento. Tantas en verdad que hoy me considero un auténtico sobreviviente.

Con "El Salmón" su caballito de batalla, inicio esperado y consabido, dio el puntapié inicial. Le siguieron "Los Chicos" y no me pregunten más del set list que ni pienso hacer un recuento canción por canción ni tampoco tengo muy clara la película con memoria fotográfica, sino en su conjunto. Y en su conjunto era la naranja mecánica nene, puesto por puesto. Enorme, gigante, debastador concierto desde lo emotivo, para lo que no se necesita mayor pensum musical, llegando a lo netamente artístico, que rayó en lo impecable; un cartel que jamás podría haber complacido por completo a la totalidad del señor público, porque tomaría algunas-muchas horas tal cometido. Canciones que extrañe personalmente: algunas sentidas y otras por curiosidad profesional, "la Parte de Adelante", "Clonazepan y Circo", "Donde Manda Marinero", "Ok Perdón", etc. respecto del primer caso y en el otro lado: "Output-input", "Mi enfermedad", "El cantante". Pero en honor a la verdad, la vorágine de canciones que se cocinaron en el escenario, no permitió que se extrañe tanto esas otras.


Highlights:

• "Soy Tuyo" remix con "Contigo" de Joaquín Sabina, anécdota aparte que la letra de la canción del disco "La Lengua Popular" fue escrita conjuntamente entre esos dos monstruos. Involuntariamente se juntaron dos de las canciones que más me pueden y eso es decir palabras mayores. Y sobre todo y ante todo esta(s) canción(es) y este concierto no tendría el sabor que tuvo y que tiene, sin mi propia Mitad del Amor. Concierto redondo, redondo en serio.
• señor banquero devuelvame el dinero... Alta Suciedad
• La colaboración de Bob Marley en algunas rolas.
• Los tangos que no extrañaron el bandoneon.
• El auspicio de Jack Daniels.
• Tu amor es mi enfermedad soy un envase vacío. Paloma.

Andrelo habló muy poco. Que importa si lo que fuimos a escuchar son los versos de sus canciones, no hay tiempo para discursos desgastados. 31 canciones al hilo. Toneladas de rock y tango en un solo acto.

Lo disfruté y lo sufrí, de principio a fin, plenamente. Son un montón de emociones que cambian de tonalidades. Se me pasó mi vida por delante, con el interprete y compositor de su soundtrack , parado al frente mío.

Les advertí, no tiene nada de objetivo este relato, aún así siento que no hice justicia a la magnitud y riqueza del espectáculo. Por el contrario, para otros muchos, y espero que no sean tantos la verdad, seguramente dejó otra sensación este encuentro. Cada uno asimila y siente diferente la ejecución de una armonía en una guitarra telecaster, y convengamos que no solo fue a un guitarrista, a un ejecutor o a un músico al que fuimos a ver, no. Eso es el Arte en finales cuentas, ese valor agregado que un ser extraordinario pone para que algo que generalmente podría ser común y corriente, sea inolvidable.

Y en dos horas y pico de pirulos de faena, el Cantante se despachó con un puñado enorme de obras maestras, y el público, conmigo incluido, fue testigo de uno de los más grandes espectáculos que aterrizaron en esta tierra, quizá no se vuelva a repetir y eso lo hace más trascendente aún.

Me llegó una carta que me dice The End, no tiene remitente déjame de joder.