NEVERMIND REVIEW
Respecto de un post anterior.
No pude contener la gana y este fin de semana me tomé por completo el Nevermind de Nirvana para desmenuzarlo por fuuunécima vez. Cabe una confesión en este punto. Este CD realmente es nuevo, me refiero a que recién lo compré e incorporé a mi "squadra" discográfica, especificamente a principios de este año en mi visita a NY. Claro, eso sí, yo este disco lo tengo "bajado" hace rato. Desde que salió. Capaz y puro romanticismo pero suena diferente el Cd y el archivo .mp3.
Es un disco que hoy, que ha pasado más de una década y media desde de su alumbramiento, suena diferente, moderno, avanzado y alternativo punk-furioso, por sus fueros. Pocos proyectos musicales tienen tal virtud. Con las distancias de género del caso, recuerdo que semejante sensación me dejó al repasar "Sueño Stereo" en vísperas de la visita de Soda al manso. Son discos únicos y vanguardistas.
Nevermind, al digerirlo, deja en el paladar el sabor agridulce de la época de su creación. Son canciones que lejos de ser felices, denotan inconformidad, rabia, frustración y descontento. Son estructuras simples, sin adornos, sin arreglos, que suenan como las verdades, crudas.
Otros discos de esa misma época ya son considerados como "clásicos", en el tenor más triste de la palabra.
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