FUMAR MATA IGUAL QUE EL PODER

Ya basta de oponerse por oponerse, de oponerse por joder.
Detrás de la urticaria que mi/nuestro/su presidente, me/nos/les genera a unos cuantos, hay un cúmulo de buenas ideas e intenciones como esta, que, aunque a regañadientes, debo aceptar y reconocer como revolucionarias y vanguardistas. Yo si decía que esto de la revolución ciudadana no podía ser solo un jingle de campaña electoral. Algún rato tenía que darme con la piedra en la boca y descubrir que estaba equivocado (en algo al menos), porque no es concebible que alguien que pasa repartiendo puteadas a diestra y siniestra y descalificando a todo el mundo, incluso a sus familiares, tenga más popularidad que el Jefferson Perez, y él si no mata ni una mosca, ni levanta la voz el pobre, hasta medio caído de la maca parece, pero que igual, ni sus medallas olímpicas le evitaron ser víctima de la furibunda arremetida oficial. Algo debe haber de bueno que toda esa mayoría aprecia y que yo, ciego y necio, no quiero ver y reconocer.
Hasta que llegó esta propuesta tributaria para desbaratar mi cosmovisión. Los básicos conocimientos que tengo sobre política tributaria y fiscal, me han dejado saber que los impuestos tienen como principios fundamentales, universalmente aceptados, a la igualdad, proporcionalidad, generalidad, legalidad, no confiscatoriedad, etc. Etc. Pero me temo que esos principios se han quedado cortos con el ingenio del Rafael y sus secuaces (por si acaso no me refiero al circulo rosado), han sido superados, caducados y llevados a la siguiente generación, porque ahora lo que se impone es la “alcoholicidad” de los tributos. Como lo oyen, los tributos de ahora en adelante son paralelamente proporcionales al grado alcohólico que tengan las bebidas. A más alcohol en la ingesta, más hay que pagar al Estado. Simplemente brillante, virtuoso, una genialidad sin parangón, que les digo, erudito, si hasta me he quedado sin adjetivos. Y pensar que era facilito, que estaban ahisito no más, todos los elementos para desarrollar esta tesis (Ecuatoriano – desamparado – triste – alcohol quita penas – borracho –más alcohol –más desamparado – más triste – más alcohol = vicio circuloso). A quien se le prendería el foco?. La verdad no se, pero en los círculos intelectuales de todo el mundo deben estar votando espuma por la boca de la envidia, ahora si que no tengan pudores los de Alianza País (segurito que por ahí nació la cosa) para dar a conocer el nombre del ilustre creador de la teoría para respaldar su nominación al Nobel. Al Cesar lo que es del Cesar. Pero ojo, que el asunto no queda ahí, porque además de innovador, hay que ponderar que la iniciativa tiene un fin loable de responsabilidad social, ya que el hecho de que el gobierno esté quedándose sin dólares en el bolcillo y sin fuentes de fondeo -ni Irán nos quiere prestar-, pasa a segundo plano, por ahí no van los tiros; lo que verdaderamente le importa a nuestro magnánimo presidente, y dicho por el mismísimo Carlos Marx, es “minimizar las externalidades negativas que provoca a la salud pública el consumo de determinados bienes". Elé, este si es un gobierno responsable y solidario que se preocupa por su pueblo, cagado y sin trabajo, pero sobrio y sano. Bueno ni tan sano, porque entre la arremetida de la naturaleza con esto de la gripe ah1n1 y la arremetida del consejo directivo del IESS para rifar los fondos que son(eran) de todos, nos dejaron medios mal parados, medios expuestos. Pero ni tontos ni perezosos los del gobierno, conocedores del refrán “curar en salud”, han sabido darle la vuelta al escenario y con pura suspicacia han logrado, eso me temo, que en este país se concrete el destierro de los vicios. Lo que me parece raro es que de paso no se les haya ocurrido vetar y censurar a los innumerables estudios internacionales que certifican que aumentar los impuestos no reduce significativamente el número de fumadores y el número de muertes asociadas al consumo de tabaco, lo mismo en el alcohol. O mejor aún, que mediante decreto se establezca la soberanía alcohólica y fumadora y que de ahora en adelante fumar y tomar sea declarado perjudicial para la salud, ósea que solo de aquí en adelante pueda ser sancionado, no antes, además que se conforme una comisión de la verdad que persiga y sancione a los tabacaleros y profesionales involucrados en esos estudios vende almas, que se pida a la Interpol la captura internacional del dueño de Phillip Morris y de British American Tobacco, entre otros, para que purguen por sus delitos ya que además se presume tienen vinculación con las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, que en reiteradas ocasiones se ha visto a varios subversivos, documentadamente, con Marlboro en mano.
Lo que no me cuadra es la regla de las gaseosas, que yo no se en base a que estadística o encuesta el régimen sabe que los sectores populares prefieren consumir en envases de mayor capacidad. Yo medio que en esto si no concuerdo, tampoco vamos a coincidir en todo de aquí en adelante. Tampoco.
Detrás de la urticaria que mi/nuestro/su presidente, me/nos/les genera a unos cuantos, hay un cúmulo de buenas ideas e intenciones como esta, que, aunque a regañadientes, debo aceptar y reconocer como revolucionarias y vanguardistas. Yo si decía que esto de la revolución ciudadana no podía ser solo un jingle de campaña electoral. Algún rato tenía que darme con la piedra en la boca y descubrir que estaba equivocado (en algo al menos), porque no es concebible que alguien que pasa repartiendo puteadas a diestra y siniestra y descalificando a todo el mundo, incluso a sus familiares, tenga más popularidad que el Jefferson Perez, y él si no mata ni una mosca, ni levanta la voz el pobre, hasta medio caído de la maca parece, pero que igual, ni sus medallas olímpicas le evitaron ser víctima de la furibunda arremetida oficial. Algo debe haber de bueno que toda esa mayoría aprecia y que yo, ciego y necio, no quiero ver y reconocer.
Hasta que llegó esta propuesta tributaria para desbaratar mi cosmovisión. Los básicos conocimientos que tengo sobre política tributaria y fiscal, me han dejado saber que los impuestos tienen como principios fundamentales, universalmente aceptados, a la igualdad, proporcionalidad, generalidad, legalidad, no confiscatoriedad, etc. Etc. Pero me temo que esos principios se han quedado cortos con el ingenio del Rafael y sus secuaces (por si acaso no me refiero al circulo rosado), han sido superados, caducados y llevados a la siguiente generación, porque ahora lo que se impone es la “alcoholicidad” de los tributos. Como lo oyen, los tributos de ahora en adelante son paralelamente proporcionales al grado alcohólico que tengan las bebidas. A más alcohol en la ingesta, más hay que pagar al Estado. Simplemente brillante, virtuoso, una genialidad sin parangón, que les digo, erudito, si hasta me he quedado sin adjetivos. Y pensar que era facilito, que estaban ahisito no más, todos los elementos para desarrollar esta tesis (Ecuatoriano – desamparado – triste – alcohol quita penas – borracho –más alcohol –más desamparado – más triste – más alcohol = vicio circuloso). A quien se le prendería el foco?. La verdad no se, pero en los círculos intelectuales de todo el mundo deben estar votando espuma por la boca de la envidia, ahora si que no tengan pudores los de Alianza País (segurito que por ahí nació la cosa) para dar a conocer el nombre del ilustre creador de la teoría para respaldar su nominación al Nobel. Al Cesar lo que es del Cesar. Pero ojo, que el asunto no queda ahí, porque además de innovador, hay que ponderar que la iniciativa tiene un fin loable de responsabilidad social, ya que el hecho de que el gobierno esté quedándose sin dólares en el bolcillo y sin fuentes de fondeo -ni Irán nos quiere prestar-, pasa a segundo plano, por ahí no van los tiros; lo que verdaderamente le importa a nuestro magnánimo presidente, y dicho por el mismísimo Carlos Marx, es “minimizar las externalidades negativas que provoca a la salud pública el consumo de determinados bienes". Elé, este si es un gobierno responsable y solidario que se preocupa por su pueblo, cagado y sin trabajo, pero sobrio y sano. Bueno ni tan sano, porque entre la arremetida de la naturaleza con esto de la gripe ah1n1 y la arremetida del consejo directivo del IESS para rifar los fondos que son(eran) de todos, nos dejaron medios mal parados, medios expuestos. Pero ni tontos ni perezosos los del gobierno, conocedores del refrán “curar en salud”, han sabido darle la vuelta al escenario y con pura suspicacia han logrado, eso me temo, que en este país se concrete el destierro de los vicios. Lo que me parece raro es que de paso no se les haya ocurrido vetar y censurar a los innumerables estudios internacionales que certifican que aumentar los impuestos no reduce significativamente el número de fumadores y el número de muertes asociadas al consumo de tabaco, lo mismo en el alcohol. O mejor aún, que mediante decreto se establezca la soberanía alcohólica y fumadora y que de ahora en adelante fumar y tomar sea declarado perjudicial para la salud, ósea que solo de aquí en adelante pueda ser sancionado, no antes, además que se conforme una comisión de la verdad que persiga y sancione a los tabacaleros y profesionales involucrados en esos estudios vende almas, que se pida a la Interpol la captura internacional del dueño de Phillip Morris y de British American Tobacco, entre otros, para que purguen por sus delitos ya que además se presume tienen vinculación con las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, que en reiteradas ocasiones se ha visto a varios subversivos, documentadamente, con Marlboro en mano.
Lo que no me cuadra es la regla de las gaseosas, que yo no se en base a que estadística o encuesta el régimen sabe que los sectores populares prefieren consumir en envases de mayor capacidad. Yo medio que en esto si no concuerdo, tampoco vamos a coincidir en todo de aquí en adelante. Tampoco.

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